La capacidad creadora no se puede enseñar, pero si se pueden aprender técnicas que con la práctica, la potenciarán hasta que
sobrevenga la muerte del creador.
Tratar de imponer un estilo a una persona, es como restarle su libertad y responsabilidad de desarrollarse; por ello,
una de las mejores enseñanzas es cuando principia la auto enseñanza.
Éste, es uno de los principios del Taller de Arte Contemporáneo. En donde al inferir*, los alumnos concretan varias ideas,
transformándolas en materia para poder ser exhibidas.
Sus soportes mantienen sus descripciones, explicaciones, juicios, prejuicios, contradicciones; en fin, su historia humana.
Esa que comparten, y transfieren a cada uno de los espectadores para demostrarles su ejercicio emocional e intelectual.
Temáticas tan diversas como la Cura ejecutada por los Ángeles, la Mexicanidad, El Sueño, entre otras, dan pie para motivo
y caracterización de la obra.
Ver es no ver, obliga a la reflexión, para así obtener la posibilidad de una visión que enfoca una cualidad: una idea,
que se libera de otras.
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