Las historia de los Gatos Zanahoria
Las Topos, zanahorias y gatos tienen mucho en común.
Si no lo sabías, esta pequeña historia te lo explicará.
Un día, cuando a los gatos les tocó su turno para que la Naturaleza obsequiara
dones que ahora le conocemos muy bien, como por ejemplo, ser ágiles, tener nueve vidas, además de ser leales y sigilosos,
el topo, que escuchaba atentamente, intervino y habló así:
- Te cambio el don que Naturaleza me dio para detectar con estos pequeños
bigotes en la oscuridad de los túneles que hago bajo la tierra donde me guarezco, vivo y me alimento, por un poco de la sensibilidad
que tienes tú en los bigotes que detectan calor y frío.
Yo los necesito más para detectar humedad y calor estando bajo la tierra,
pues tú vives sobre ella.
- Pero... – le respondió el gato -. A cambio ¿qué me darás?
- Mayor sensibilidad en tus ojos... es más te los cambio completitos,
pues en los túneles no hay luz -. Respondió el topo al que ya la Naturaleza le había obsequiado sus respectivos dones.
El gato consultó a la Naturaleza si esto podía realizarse, y ella respondió
que sí, habida cuenta que aún no terminaba ella de otorgar los beneficios al felino, y apenas hacía una hora que al Topo se
le habían conferido.
“Acepto, respondió el gato”, y acto seguido, la Naturaleza
hizo lo conducente.
Sin embargo, cuando todo estaba ya hecho, y en apariencia no se percibía
grandes cambios físicos, ocurrió algo que al Gato lo puso en alerta:
¡Su pelaje comenzó a teñirse de color naranja¡
- ¡¿Qué me ocurre?! – preguntó el Gato a la Naturaleza, mientras
al Topo se le veía escapando por el túnel que a unos metros había hecho para salir huyendo y no recibir ninguna tipo de reclamaciones.
Naturaleza le explicó: “No te alarmes... Topo recientemente comió
zanahorias, como de ahora en adelante él se alimentará de entre muchas otras variedades de raíces, y pues... una de ellas
es la zanahoria.